Aquí mis inesperados huéspedes |
Como de momento el orégano es el único afectado, le dí un buen baño de la
"pócima" con un pulverizador, procurando esparcirlo bien por el revés
de las hojas, que es donde viven estos bichitos. A las tomateras y la escarola
les tocó baño preventivo, por si las moscas, y casi he estado a punto de rociarme yo, porque será psicológico seguro, pero es acercarse a la maceta y te empieza a picar hasta el alma.
En algunos foros de jardinería he leido que es recomendable quitar las
hojas picadas y separar las plantas enfermas del resto, porque las hembras de
los pulgones tienen unas alitas que les permiten extenderse a otras macetas y enseguida te la lían. Así que he dejado el orégano separado en la terraza, en plan cuarentena. A dia de hoy el pobre sigue bastante pachucho.
El hecho de que no se haya traslado al resto de plantas y que en el orégano
la plaga esté algo avanzada, me hace pensar que cuando me lo compré ya traía
este "regalito sorpresa". Así que hoy, como en los cuentos, esta entrada va con una moraleja... cuando compres una planta, además de en
lo bonita que sea, fíjate bien en los tallos y en los reversos de las hojas, que
no es cuestión de traerse a casa más amiguitos de la cuenta, y más si son de esos que sólo
se van con insecticida.
En cuanto al resto, por si os tiene preocupados, todo sigue creciendo bien.
Las tomateras están ahora en 15 y
21 centímetros (de 10 y 13 que estaban la semana pasada), el tomillo sigue fantástico en su micro-invernadero y la escarola tiene más hojitas verdes casi a diario.
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