viernes, 27 de abril de 2012

Cómo cultivar en casa lechugas para hacer ensaladas de tu propia huerta. (Primera parte)

Hace algo más de una semana que las planté y ya están listas para ser presentadas en sociedad... aquí teneís a mis lechuguitas!!
En sólo tres días empezaron a asomar las primeras, y ya están casi todas fuera. ¡Que triunfo!

Lechuguitas recién nacidas
He plantado tres tipos de lechugas diferentes para poder comparar los sabores, hacer ensaladas con color y variedad, y también, porqué no confesarlo, con la idea de que van a quedar mucho más bonitas cuando las pase a macetas  alternando sus colores y formas... que mi huerta es muy "cuqui".
El primero es Lechuga Cavolo, y es de un color un poco moradito, otro Lechuga de toda la vida, y el último Lechuga larga de hojas claras. 
3 tipos de lechuga para ensalada
 No les he quitado el precio a los sobres, así que podéis ver que me ha costado un euro cada uno. Traen muchísimas semillas, de modo que tengo para plantar un montón de lechugas.

¿Cómo hacer el plantel de lechugas?
Yo las he plantado en vasitos de yogurt con un agujerito hecho en el fondo y con sustrato universal corriente y moliente, que parece haber ido estupendamente.
Mientras llenaba los vasos de tierra, que me llevó un rato, puse las semillas en remojo para acelerar la germinación. 
No enterré demasiado las semillas, porque deben de enterrarse a una profundidad que sea igual a dos o tres veces el tamaño de las semillas, y las semillas de lechuga son muy muy pequeñitas.
Tampoco aplasté mucho la tierra, porque cuanto más fácil se lo pongamos a la planta para llegar a la luz, pienso que es mucho mejor. 
Finalmente las etiqueté todas con su variedad, como veís en la foto.


Los primeros cuidados de las pequeñas lechugas.
Durante la primera semana las puse en una bandeja de plástico, tapadas con papel transparente de cocina. Las desenvolvía un día si, un día no, para pulverizar agua, dejarlas respirar y cotillear como iban. 
Yo las dejé en la terraza, pues siendo abril y en Sevilla la temperatura es muy buena, igual en otros climas, es mejor tenerlas en interior.
Una vez fuera las plantitas, les he añadido un poco más de tierra por encima, ya que como os cuento las había plantado a muy poca profundidad. También he puesto la tierra más firme a su alrededor, para que arraiguen bien y no se les rompa el tallo.
Por ahora, he aprovechado a modo de pequeño invernadero, un recipiente algo peculiar que me regalaron hace ya un par de años,  una manzana de cristal, y que tenía rodando por casa sin darle utilidad ninguna. 
Así que aquí las tengo tan ricamente protegidas, con mucha humedad y mucha luz.



Dentro de un mes...
El siguiente paso será trasplantarlas, en un mes, más o menos, a macetas lo bastante grandes para que pueda desarrollarse completamente cada planta. 
¿Y cómo de grandes han de ser las macetas?
Pues por lo que he leído en el libro que me regaló mi marío, las lechugas necesitan unos 20 centímetros de diámetro y no demasiada profundidad.
Una vez en las macetas, terminará el tiempo del plantel, aunque en mi caso debiera llamarlo el tiempo del yogurt, y empezará el ciclo de cultivo que en las lechugas está entre 1,5 y 3 meses, según la variedad.  
En los sobres de mis semillas no pone esa información, de manera que tendré que hacerlo a ojo, y con cuidado de no retrasarme, pues por lo visto si las lechugas llegan a florecer se vuelven amargas, y ya no se pueden comer.
Pero bueno, eso será dentro de un mes y en la entrada "Cómo cultivar en casa lechugas para hacer ensaladas de tu propia huerta II".
¡ No os lo perdáis!
Hasta entonces, animaros a plantar lechuguitas en casa, que ya sabéis como se hace!


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