viernes, 25 de mayo de 2012

Los primeros tomates de mi huerto

Por fin  puedo decir eso de ¡¡Aquí hay tomate!
Y es que tras algo más de dos meses, ha empezado a crecer mi primer tomatito. Todavía es muy pequeño y verdecito, como veis en la foto, pero su "aparición" me ha dado una alegría tremenda.

 mi primer tomate... ahí que te como!!
Primero se formaron en las tomateras varios ramitos con las flores cerradas, como éste que veis en la foto, hace más de un mes.
Las más grandes, han sido las primeras en abrirse, y otras más pequeñitas, todavía siguen cerradas. 


Lo cierto es que las flores tardan bastante en abrir, y no duran demasiado tiempo; son amarillitas y bastante pequeñas.
Aquí tenéis dos de ellas, una recién abierta y otra ya casi seca.


Un truco que leí en la red, y que estoy poniendo en práctica, es pasar un pincel por las flores cada varios días, con el fin de ayudar a su polinización.
La polinización, o lo que es decir, que las flores se fecunden, puede presentar problemas cuando se cultiva en ciudad, por la falta de insectos. Esto sustituye la acción de los bichitos, y asegura que la flor no se seque y se caiga sin dar lugar a un fruto. 
Yo, además de pasar el pincel por las flores, procuro guardarlo sin limpiarlo ni sacudirlo en un bote, con la idea de que se quede impregnado en él todo el polen posible.
De momento puedo decir que el método funciona, y de las 3 o 4 flores que me han salido todas parecen ir a dar frutos.
Los pétalos amarillos se les han caído, pero no la flor entera, y en su centro se puede ver un bultito verde muy pequeño que,  aunque no lo parece, es el inicio del tomate.

Mi tomatito-primero tan celebrado, es el único de ellos que ha entrado en la "fase" en la que el fruto empieza a coger volumen y a parecer un futuro tomate. ¡Al fin, jeje!

Para despedirme os pongo una foto de las tomateras a día de hoy, 25 de mayo. Están tan grandes que hacer una  foto en la que entren las dos juntas con el poco ángulo que tiene mi terraza me ha costado un montón.
Parece mentira que cuando las planté, el 18 de marzo, no levantaran un palmo de la tierra. Aquí están rodeadas de un geranio, unas campanas preciosas regalo de mi señora madre, y un pequeño manzano.
Vaya jungla que tengo montá en casa. Al final me saldrá el tomate salvaje, seguro!!




viernes, 27 de abril de 2012

Cómo cultivar en casa lechugas para hacer ensaladas de tu propia huerta. (Primera parte)

Hace algo más de una semana que las planté y ya están listas para ser presentadas en sociedad... aquí teneís a mis lechuguitas!!
En sólo tres días empezaron a asomar las primeras, y ya están casi todas fuera. ¡Que triunfo!

Lechuguitas recién nacidas
He plantado tres tipos de lechugas diferentes para poder comparar los sabores, hacer ensaladas con color y variedad, y también, porqué no confesarlo, con la idea de que van a quedar mucho más bonitas cuando las pase a macetas  alternando sus colores y formas... que mi huerta es muy "cuqui".
El primero es Lechuga Cavolo, y es de un color un poco moradito, otro Lechuga de toda la vida, y el último Lechuga larga de hojas claras. 
3 tipos de lechuga para ensalada
 No les he quitado el precio a los sobres, así que podéis ver que me ha costado un euro cada uno. Traen muchísimas semillas, de modo que tengo para plantar un montón de lechugas.

¿Cómo hacer el plantel de lechugas?
Yo las he plantado en vasitos de yogurt con un agujerito hecho en el fondo y con sustrato universal corriente y moliente, que parece haber ido estupendamente.
Mientras llenaba los vasos de tierra, que me llevó un rato, puse las semillas en remojo para acelerar la germinación. 
No enterré demasiado las semillas, porque deben de enterrarse a una profundidad que sea igual a dos o tres veces el tamaño de las semillas, y las semillas de lechuga son muy muy pequeñitas.
Tampoco aplasté mucho la tierra, porque cuanto más fácil se lo pongamos a la planta para llegar a la luz, pienso que es mucho mejor. 
Finalmente las etiqueté todas con su variedad, como veís en la foto.


Los primeros cuidados de las pequeñas lechugas.
Durante la primera semana las puse en una bandeja de plástico, tapadas con papel transparente de cocina. Las desenvolvía un día si, un día no, para pulverizar agua, dejarlas respirar y cotillear como iban. 
Yo las dejé en la terraza, pues siendo abril y en Sevilla la temperatura es muy buena, igual en otros climas, es mejor tenerlas en interior.
Una vez fuera las plantitas, les he añadido un poco más de tierra por encima, ya que como os cuento las había plantado a muy poca profundidad. También he puesto la tierra más firme a su alrededor, para que arraiguen bien y no se les rompa el tallo.
Por ahora, he aprovechado a modo de pequeño invernadero, un recipiente algo peculiar que me regalaron hace ya un par de años,  una manzana de cristal, y que tenía rodando por casa sin darle utilidad ninguna. 
Así que aquí las tengo tan ricamente protegidas, con mucha humedad y mucha luz.



Dentro de un mes...
El siguiente paso será trasplantarlas, en un mes, más o menos, a macetas lo bastante grandes para que pueda desarrollarse completamente cada planta. 
¿Y cómo de grandes han de ser las macetas?
Pues por lo que he leído en el libro que me regaló mi marío, las lechugas necesitan unos 20 centímetros de diámetro y no demasiada profundidad.
Una vez en las macetas, terminará el tiempo del plantel, aunque en mi caso debiera llamarlo el tiempo del yogurt, y empezará el ciclo de cultivo que en las lechugas está entre 1,5 y 3 meses, según la variedad.  
En los sobres de mis semillas no pone esa información, de manera que tendré que hacerlo a ojo, y con cuidado de no retrasarme, pues por lo visto si las lechugas llegan a florecer se vuelven amargas, y ya no se pueden comer.
Pero bueno, eso será dentro de un mes y en la entrada "Cómo cultivar en casa lechugas para hacer ensaladas de tu propia huerta II".
¡ No os lo perdáis!
Hasta entonces, animaros a plantar lechuguitas en casa, que ya sabéis como se hace!


domingo, 22 de abril de 2012

El prado de "Windows" de Utrera

Hoy me salgo un poco de mi huerto para llevaros al campo, en concreto a un campo muy especial y quizás hasta un poco freak.
A todos os suena esta imagen, ¿verdad? 
Un prado verde idílico que Windows ofrecía como fondo de pantalla creo que en el XP. 
Pues ayer, que hacía un día soleado estupendo, íbamos en el coche pasando un poco Utrera y empezamos haber unos prados verdes preciosos y  de repente...
¡¡ nos encontramos el prado de Windows!! 
Bueno no es exactamente el mismo... ¡¡ pero casi!! ¿a que si?
Un buen rato que me llevé entrenida para sacar esta foto, y me ha quedado muy conseguida para haberla hecho en marcha!! Eso si, lleva un poco de Photoshop, en la intensidad de colores y en la broma de añadirle mi propia barra de inicio  :P


En casa, he buscado la imagen para compararla, y ha sido cuando he descubierto que la original es una foto muy famosa, hecha por un  fotográfo de National Geographic, Charles O'Rear y que pasó a ser conocida mundialmente como "Bliss" o "Felicidad" cuando Windows la eligió como fondo estándar de pantalla para Windows XP. 
Según la Wikipedia se trata de "las ondulantes colinas del Valle de Napa, en California, Estados Unidos".  Pero ya veís que no hace falta irse tan lejos para estar en un prado tan bonito que casi parezca hecho por ordenador , que a poco menos de 1 hora de Sevilla los tenemos igual de estupendos. 
Como muestra aquí os dejo, no un prado, sino unos pocos, que aunque no tienen un parecido tan razonable, también están muy bonitos!!



Ahh! y el enlace a la wikipedia, por si os da curiosidad comprobarlo: http://es.wikipedia.org/wiki/Charles_O%27Rear

sábado, 21 de abril de 2012

Un mes después: mi huerto en imágenes

Como quien no quiere la cosa mi huertecito ya tiene más de un mes... y vaya cambios.
Mis tomateras empiezan a formar flores
La escarola hoy
La escarola hace un mes... vaya diferencia ¿no?
Un gnomito se ha quedado a vivir en el peral
He plantado zanahorias... y empiezan a salir!
Los manzanos siguen creciendo, trasplantados a todos los cacharros que tenía a mano
Romero comestible, de nueva adquisición, Alcampo 1 €.
Peregil... de la frutería
Mi hierbabuena tras una poda importante... tb cogió pulgón  ¡uff!
Aparte de todos esto, he plantado una lechugitas que ya os enseñaré cuando empiecen a asomar, y sigo luchando por quitar el pulgón al orégano... no pongo fotos porque lo tengo en SUPERCUARENTENA, pronóstico grave. ¡No está mal para un mes!


viernes, 13 de abril de 2012

Las ideas que comienzan con una manzana...

Desde la manzana de Newton, que fue el detonante para la formulación de la ley de la gravedad, a la de Esteve Jobs, que aunque mordida, le llevó a ganar una pasta, esta visto que las ideas que comienzan con una manzana no pueden salir mal.
Primeras raíces
La mía, comienza una tarde en la que estaba yo merendando una manzana en la cocina cuando se me ocurrió  echar las semillas en un vaso con agua, en plan experimento. Ni una, ni dos, eche las siete que tenía la manzana... total nada más por ver si caía la breva (¿o la manzana?) y al menos una daba señales de vida.

Cual fue mi sorpresa cuando dos días después en todas empezaban a asomar unos puntitos blancos.
Entonces me fui a Internet y vi que para germinar semillas mucha gente las pone en un tape cerrado con un paño impregnado en agua. Así que cogí un tape de comida china, un trapo de la mopa y allí que las puse. A los dos-tres días empezaron a crecer aún mas raíces... ¡qué ilusión!

Tres o cuatro días después ya asomaba la plántula (dícese plantita chiquita en términología hortícola) de las más aventajadas.
Plántula
Quizás éste hubiera sido momento para desechar las más perezosas... pero como le cojo cariño hasta a las piedras de la calle, pues me dio pena tirar alguna.
Unos días después empecé a ver que las raíces de las plantitas empezaban a quedarse pegadas al trapo, e interpreté esto como una señal de que estaban buscando algo más que agua, y empezaban a necesitar de tierra.
Así que con dos bandejas de plástico, de esas en las que vienen los filetes, me fabrique una cajita de plástico que sirviese de invernadero. Unos agujeritos en la parte de abajo para que drene, una cuerda y listo.
Quedaron todas debidamente plantadas y yo a la espera de ver asomar entre la tierra a las sobrevivientes al tránsito trapo-tierra.

Al día siguiente salió la primera, y poco a poco, ya están fuera todas, así que ya veis... tengo 7 manzanitos en casa creciendo poquito a poco. 

Aquí mi manzanito más aventajado

De momento, voy a intentar sacarlos todos adelante, al menos mientras sean pequeñitos. 
Si finalmente todos acaban convirtiéndose en lindos arbolitos y se van haciendo grandes, tendré que ir regalándolos. No creo que vayan a faltar padres adoptivos, al fin y al cabo, quién no va a querer poner un manzano en su vida... si las ideas que comienzan con una manzana no pueden salir mal!


martes, 3 de abril de 2012

Un intruso en nuestro huerto!!

Buenas! Hoy quiero aprovechar para contaros algo curioso que nos pasó hace unos días.
El día después de traer el peral nos encontramos al "amigo" que os enseño, en el muro de la terraza. 
¡ Vaya susto!
Coincidencia o no, igual lo atrajo su olor, yo que sé, parecía tener muy pocas ganas de marcharse y se llevó ahí pancho mas de hora y media, que hasta tiempo tuve de hacerle un reportaje fotográfico y de llamar a mi amiga Mercedes, una especialista en tema bichos, y más cosas, claro, para hacerle una consultita sobre el protocolo de actuación. Intentamos asustarlo con un palo de escoba, debidamente atrincherados tras la ventana del dormitorio ("pa vernos"), pero entonces se cayó al suelo. 
Aquí el bicho aún sin identificar
Ahí nos empezó a dar pena, (al principio sólo nos daba un asco enorme y algo de curiosidad) y como parecía inofensivo, mi marío se armó de un tape del  Ikea y de un valor infinito, y lo pilló, como también podeís ver, ahora en foto de perfil, que da todavía más miedo si es posible. 
Tras mirarlo un ratito con un asco morboso y sin que el bicharraco se inmutara en absoluto, lo dejamos libre sin más que un pequeño empujoncito y un "no vuelvas nunca".
Salió volando  con destino muy probablemente a la terraza de otro vecino cercano.
Ahora nos queda la incógnita, y mira que lo hemos intentado identificar por Internet, de qué sería el bicho dichoso, si una libélula fea, un saltamontes extraño... 
Así que aprovecho para hacer un  llamamiento popular, y no lo digo en broma, pues agradecería un montón que alguien me dejase algún comentario si sabe a que tipo de  insecto le dimos cobijo, y algo de lata. Gracias!

Había una vez un peral muy chiquitito...

Bueno para ser precisa, un peral enano en nuestra terraza.
Jose Luis
Lo trajimos a casa el sábado, y antes de llegar ya tenía nombre... "Jose Luis", ¡por lo de perales claro! Es un chiste muy malo, lo admito, pero en mi defensa cabe decir que ha sido su papá quien le ha puesto el nombre artístico al pequeño peral.
Con él se inaugura felizmente, y espero que así siga siendo, la sección de frutales de "mihuertoandme".
El lunes lo trasplanté a su nueva maceta, con un montón de piedrecitas en el fondo para que drene bien, luego recibió un baño "antiplagas" por si acaso y un riego considerable. Todavía no ha hecho declaraciones sobre si es feliz en su nuevo hogar, pero al menos, hago constar que no se ha quejado de momento.
Nos costó 18 euros, que no sé si será un precio caro o barato.
Aquí en la foto podéis ver la "cicatriz" del injerto que tiene en el tronco mi "Jose Luis", pues es así, injertando como se consiguen hacer árboles enanos que den frutos. Tranquilos que no media manipulación genética alguna de esas que nos dan tan "yuyu".
Injertar es  una técnica hortícola muy común, que consiste en cortar las partes deseadas de los dos ejemplares, unirlos, y atarlos bien hasta que se crea una unión entre ellos. Eso sí, hay que cortarlos por donde se debe, en la fecha conveniente, hacer bien la unión, saber que especies son compatibles... vaya que parece fácil y me da que no lo es en absoluto.
A la parte baja (las raíces) se le llama rizoma, y es la que controla la altura del árbol. La parte superior del árbol, llamada  Púa de injerto,  es la responsable del tipo de fruta que vamos a comernos en casa muy pronto.
La verdad es que salir a mi terraza, ver mi arbolito con sus frutitas y comerme una recién cortada me parece una maravilla, pero primero habrá que ver si se adapta bien, regarlo con mucho mimo, esperar a que florezca y que estén maduro los frutos, una vez más... paciencia.

domingo, 1 de abril de 2012

El ataque de los pulgones

Pues sí, por increíble que parezca, tengo un huerto de sólo tres semanas y ya tengo una plaga. Comenzó con unas manchitas blancas que ví en algunas hojitas del orégano y que se acabaron transformando en pequeños agujeritos, sólo era cuestión de rebuscar entre las ramas y allí estaban los culpables, unos bichitos blancos que han resultado ser pulgón.
Aquí mis inesperados huéspedes
En un vivero cerca de casa me aconsejaron comprar un insecticida, este que veís, de triple acción y ecológico, para que mi huerto siga siendo "comestible". Me ha hecho gracia que el bote parece de jarabe,  esta claro que mi planta está malita. La dosis son 3 mililitros por litro de agua, y con esta mezcla hay que pulverizar las plantas una vez en semana hasta que la dichosa plaguita desaparezca. Ya os contaré que tal funciona.

Como de momento el orégano es el único afectado, le dí un buen baño de la "pócima" con un pulverizador, procurando esparcirlo bien por el revés de las hojas, que es donde viven estos bichitos. A las tomateras y la escarola les tocó baño preventivo, por si las moscas, y casi he estado a punto de rociarme yo, porque será psicológico seguro, pero es acercarse a la maceta y te empieza a picar hasta el alma. 

En algunos foros de jardinería he leido que es recomendable quitar las hojas picadas y separar las plantas enfermas del resto, porque las hembras de los pulgones tienen unas alitas que les permiten extenderse a otras macetas y enseguida te la lían. Así que he dejado el orégano separado en la terraza, en plan cuarentena. A dia de hoy el pobre sigue bastante pachucho.

El hecho de que no se haya traslado al resto de plantas y que en el orégano la plaga esté algo avanzada, me hace pensar que cuando me lo compré ya traía este "regalito sorpresa". Así que hoy, como en los cuentos, esta entrada va con una moraleja... cuando compres una planta, además de en lo bonita que sea, fíjate bien en los tallos y en los reversos de las hojas, que no es cuestión de traerse a casa más amiguitos de la cuenta, y más si son de esos que sólo se van con insecticida.

En cuanto al resto, por si os tiene preocupados, todo sigue creciendo bien. 
Las tomateras están ahora en 15 y 21 centímetros (de 10 y 13 que estaban la semana pasada), el tomillo sigue fantástico en su micro-invernadero y la escarola tiene más hojitas verdes casi a diario.
Seguiremos informando del devenir de mis plantitas, tanto de las sanas como de las enfermitas,  very soon!!

sábado, 24 de marzo de 2012

El curioso caso del "huerto errante"

Tengo el orgullo de hacer público que no ha habido bajas en mi huerto en su primera semana de existencia

¡¡ Sigo viva!!

Sólo la escarola (que no rúcula como yo creía) me dió un pequeño susto el segundo día tras el trasplante, que me la encontré por la mañana toda lacia y más blanca que lavada con ariel, pero la pobre con un poquito de agua se vino arriba y ya está plenamente recuperada, verdecita y echando unas hojitas nuevas la mar de hermosas.

Lo del huerto "errante" es porque como me preocupada  la falta de sol en mi terraza, he probado a trasladarlo a la ventana del lavadero, orientada más al sur, y donde da el sol unas 4 horitas por la mañana (de 11 a 3 aprox.), y por ahora es todo un exitazo. Todas están bien firmes, más crecidas, y con hojas nuevas. Eso si, me llevo todo el día maceta arriba, maceta abajo, porque cuando se va el sol las devuelvo a la terraza, que aunque tengo rejas, me da miedo que se caigan desde borde del ventanal hacia dentro, que ya le pasó a un cactus que todavía tengo en rehabilitación.
Aquí tenéis a mi pandi, tomando el sol tan alegremente

Las tomateras son a las que veo más adelanto, pero claro, como las miro todos los días y me pierde el amor de madre, me es difícil apreciar la diferencia, así que hoy sábado que hacían una semana, metro en mano, me he puesto a tomarles medidas para controlar exacto el avance.
13 y 10 cms de altura, ¡¡ y creciendo!!

Micro-invernadero casero y sus avances
Con el tomillo he puesto en práctica un experimento de micro-invernadero casero que me ha aconsejado mi primo para aprovechar más el sol. Es muy sencillo y consiste unicamente en cortar una botella de refresco más o menos por la mitad, y colocar la parte del tapón sobre la planta a modo de campana protectora, eso sí, con el tapón sin poner, para que la planta respire, pero esté más caliente, protegida de las corrientes, y conserve mejor la humedad. Elegí el tomillo porque era la planta más pequeñita y cabía perfecta en la botella. Ahora cuenta  con 10 centímetros de alto. Pienso seguir el experimento, hasta que ya no quepa dentro, porque parece efectivo. Ya os contaré.

¡Ahh! y tenemos una nueva incorporación, "Orégano".
Es una planta pequeñita que he comprado a 1 euro en un vivero.
Orégano
Me ha llamado mucho la atención las hojas que tienen un tacto de pelusilla, como si fuesen de terciopelo. Habrá que ver que tal se adapta a su nuevo hogar y a la chalada que la va a cuidar. 
Por si acaso, rezar un padrenuestro bajito por su futuro... haber si aprendo a secar el orégano y tenemos pronto un botecito de cosecha propia. Besitos!!

martes, 20 de marzo de 2012

Este es el comienzo de una bonita... "huerta doméstica"

Antes que nada he de confesar que soy una asesina de plantas en intento de reinserción. Me gustan muchísimo pero por lo general, mis plantas más que sobrevivir, mueren lentamente con mi exceso de amor.  A pesar de mi larga lista de antecedentes, como creo firmemente en aquello del que la sigue la consigue, y aunque el "Yes, We can" ya se ha pasado de moda, me he decidido a intentar hacer un mini-huertecillo en mi terraza, que el mundo no se ha hecho para los cobardes. 
La idea surgió como quien no quiere la cosa, cuando vimos un libro sobre el  tema de oferta en el Lid. (5 €)
Es bastante resumidito pero más o menos completo para arrancar.
Mi terraza tiene unas medidas más o menos apañas, pero su principal problema es que la orientación no es muy buena. Da el sol solo por la mañana temprano.
Así que aprovechando que en Sevilla se celebraba una feria de productos ecológicos en el Palacio de Congresos, Ecosevilla, allá que me fuí y esto es lo que me traje para mis humildes inicios.

Aquí todas las cositas para empezar

Mis plantitas de izquierda a derecha:
-1 plantita de tomillo.
-1 plantita de hierbabuena.
-2 tomateras
-1 escarola (en el cucurucho de cartón)

Todas me costaron 1 euro, y el dependiente que me las vendió, además de regalarme el tomillo, fue superamable y me dio algunos consejillos para el tema de la falta de sol. Por ejemplo para las tomateras me dijo que sin mucho sol el peligro que podían tener es que se pusieran muy largas, pero endebles, que dejará crecer dos hileras de flores (de las que luego salen los tomates) y que la cortara por allí. Así tendré menos tomates, pero serán más creciditos, bueno eso si llegan a salir, claro, y la planta estará fuerte.

También compre semillas, de cebolla y de zanahorias, que me costaron 2 € cada sobre. Me parecieron un poco caras en comparación con lo que me cobraron por las plantitas, pero como me hacía mucha ilusión me las lleve para intentar hacer un semillero.

Para el transplante de bienvenida a casa he aprovechado macetas que tenía por el piso vacías, que con la que esta cayendo hay que reciclar. La cosa quedó así.


Escarola
Tomillo
 Hierbabuena

Y mis Tomateras












La verdad es que no sé si llegaré a conseguir cultivar algo que podamos comernos, pero por lo pronto todo esto me tiene muy entretenida y a cada rato me ando saliendo al balcón para ver a mis niñas.
La pena es que no sean judías mágicas de los cuentos, de esas que crecen en dos días. Habré también de cultivar algo de paciencia en mi minihuerta particular.